Con la urgencia de encontrar la ventaja en el resultado que le dé tranquilidad en la tabla, Juventus se lanzó en ataque desde en los primeros instantes del juego y arremetió a su rival. Douglas Costa y Dybala fueron los encargados de incomodar Ter Stegen, pero el alemán respondió y disipó las dudas del conjunto catalán, que de a poco empezó a revertir el trámite del partido a fuerza de su característica tenencia.

El tiempo avanzó y la profundidad no aparecía en ninguno de los dos. Por su parte, el club italiano quedó partido y Gonzalo Higuaín sufrió la soledad en ofensiva. Casi sin tener posibilidades, el argentino no pudo pesar en el duelo. Del mismo modo, el Barcelona se conformó con algunas pinceladas de Andrés Iniesta. El aburrimiento en Turín se empezó a adueñar de las acciones en el campo, a tal punto que un remate de Rakitic al palo no pudo despertar a los protagonistas.

Ya en el complemento, Ernesto Valverde hizo entrar en calor a Messi. El astro argentino estuvo como suplente después de 61 encuentros como titular con la camiseta blaugrana, y le tocó hacerse cargo del ataque culé. Pero el roce se mantuvo y se mezcló con malas decisiones. La falta de profundidad e ideas se tradujo en la ausencia de ocasiones de riesgo, y el empate fue inamovible.

La cosa en Lisboa era distinta. El Sporting no tuvo problema para dejar atrás al conjunto griego. Con un doblete de Dost y un tanto de Bruno César, los portugueses le metieron presión a los italianos. Por su parte, los helénicos sólo cosecharon una unidad en sus cinco presentaciones. Cerca del final, descontó Vadis Odjidja.

De esta forma, Barcelona se metió en la siguiente fase de la competición europea. El otro cupo se definirá entre Juventus y el elenco luso, que se jugará todo frente a los catalanes en la última fecha. Los dirigidos por Massimiliano Allegri marchan en la segunda ubicación con 8 puntos, uno más de los que tienen su perseguidor, y cerrarán su actuación en el Grupo D frente a Olympiacos.