Estaba todo orquestado para el hasta luego. Si hay algo que quedó claro es que el director técnico más ganador de la historia de Lanús se fue por la puerta grande y con la frente bien alta. El golpe sufrido en la final de la Copa Libertadores no opacó su desempeño desde el banco de suplentes. De los seis títulos oficiales que engalanan las vitrinas del club granate, tres fueron bajo su conducción.

Un afectuoso saludo con el presidente de la institución, Nicolás Russo, fue el primer acto de su despedida. La gratitud de las tribunas de la Fortaleza le dio el marco a su última vez. El hincha, orgulloso de su trabajo, le dedicó su aliento, y como un canto de guerra inmortalizó: "¡Oy oy oy oy. Es el equipo de Almirón!". Lo cierto es que el director técnico ya manifestó que tiene arreglada su salida para sumarse calzarse el buzo de la Unión Deportiva Las Palmas y cumplió con su función final. Placa, reconocimiento y aplausos.

En el juego, los protagonistas prometieron más de lo que pudieron concretar. El dominio en las llegadas fue para los visitantes, pero la falta de eficacia, todo un flagelo en la Superliga para los de Liniers, volvió a decir presente, y el gol fue una vez más esquivo. En las once fechas que se disputaron, sólo pudieron marcar en nueve oportunidades. Esta vez, fue el turno de Luis Amarilla de sufrir las reiteradas fallas a la hora de definir. El delantero no pudo encontrar claridad y desperdició opciones de cara a la valla defendida por Fernando Monetti.

La polémica también apareció en la tarde de la Fortaleza. Promediando la primera mitad, el juez Jorge Baliño no vio infracción en el área contra Lautaro Acosta, se sacó las tímidas protestas y dio continuidad. Por otro lado, Lanús mostró una versión desdibujada. Sin poder imponer su estilo, le cedió protagonismo al equipo de Marcelo Gómez, que, cuando pudo perforar la zaga contraria, se topó con una figura bajo los tres palos.

El 0-0 no pudo quebrarse y el ciclo exitoso de Jorge Almirón tuvo su conclusión. Su camino se bifurca con dirección hacia España, mientras que el Grana deberá encontrar un reemplazante para darle continuidad a la tarea del ex entrenador de Independiente. La Copa le desvió la mirada y eclipsó el campeonato doméstico. Hoy marcha vigésimo, lejos de los primeros puestos.

Por su lado, Vélez tiene una lucha más dura y encarnizada. Los promedios es su gran preocupación, ya que está siete unidades de Olimpo. Hoy son los bahienses los últimos que estarían perdiendo la categoría. Debido a que adelantaron una fecha, las vacaciones ya empezaron para el Fortín.