El mundo del tenis cambio completamente desde la aparición de Roger Federer y más aún con el surgimiento de Rafael Nadal, Andy Murray y Novk Djokovic para hacerle competencia al suizo y marcar esta era tenística como la de los Cuatro Fantásticos. En los años más recientes eran el británico y el serbio quienes mandaban en el circuito estando un peldaño por encima de los otros dos integrantes del cuarteto, sin embargo esta temporada ambos se vieron afectados por lesiones que influyeron en su rendimiento y esto volvió a darle paso al español, al suizo y a las nuevas promesas.

El año comenzó con una sensación de Déjà vu y es que en Doha se veía como Murray y Djokovic llegaban a la final del primer torneo del año al igual que en la mayoría de los certámenes del año anterior, sin embargo nada seria igual luego de este. El serbio caería en la segunda ronda y el británico en la cuarta del primer Grand Slam y a partir de allí seria una decepción tras otra. El de Belgrado bajaría de jugar 88 partidos en el 2015 y 74 en el 2016 a hacerlo tan solo 40 veces en el 2017, ganando 32 de ellos y obteniendo tan solo 2 títulos, cuando en los años anteriormente mencionados obtuvo 11 y 7 palmares respectivamente. Mientras que el de Glasgow contó con menos actividad aún, disputando solo 35 encuentros, ganando 25 de ellos y obteniendo un solo título, muy alejado de los 85 y 87 encuentros que venia disputando en años anteriores y de los 9 torneos que ganó el año pasado.

Por el contrario a los entonces número 1 y 2 del mundo, Federer y Nadal recuperaron su mejor nivel tras llegar a la final del Australian Open y coronarse como campeón y subcampeón respectivamente. Rafa jugo 78 partidos, en donde obtuvo 67 victorias, que le sirvieron para recuperar el primer puesto del ranking ATP y consagrarse campeón de dos Grand Slam (Roland Garros y US Open). Por su parte Su Majestad jugó solo 12 torneos en los que obtuvo 52 victorias y tan solo 5 derrotas, lo que le significó 7 títulos, entre los que destacan los dos grandes restantes (Australian Open y Wimbledon) y su regreso al segundo puesto del ranking mundial a tan solo 1040 puntos del español.

Además de ellos hubo cinco tenistas más jóvenes que aprovecharon la ausencia de Murray y Djokovic para terminar de despegar e instalarse de lleno en el top ten del ranking. El último de ellos en unirse fue Jack Sock que tras ganar dos torneos chicos a principios de año, se coronó en el Master 1000 de París y realizó un gran papel en el torneo de maestros en donde llegó hasta semifinales. Anteriormente se encontraban David Goffin y Grigor Dimitrov, quienes vienen siendo una sombra de los Cuatro Fantásticos desde hace tiempo y esta temporada comenzaron a salir de ella y hallar su sitio. El belga consagrándose en un ATP 250 y en un ATP 500, además de varias finales, como la del torneo de maestros y siendo clave para que su país llegara hasta la final de la Copa Davis donde perderían por 3-2 frente a Francia, siendo el quien consiguió ambos puntos.Mientras que el búlgaro se coronó cuatro veces en la temporada, destacando el Master 1000 de Cincinnati y el torneo de maestros, para llegar al tercer lugar de la clasificación ATP.

Los dos jugadores restantes de gran temporada, también son los más jóvenes de los cinco destacados, por lo que parten con una ventaja sobre el resto, debido a que tienen más tiempo para dejar su nombre grabado en la historia del tenis. El más joven de ellos es Alexander Zverev, quien con tan solo 20 años ya terminó la temporada como número 4 del mundo, tras ganar 5 títulos y vencer en 55 de sus 77 encuentros, este año. Mientras que un puesto más abajo en el ranking pero con 24 años cumplidos hace 3 meses, se encuentra Dominic Thiem, quien pese a obtener una sola coronación este año, llegó a las instancias decisivas de casi todos los torneos en los que participó a lo largo del 2017.

En cuanto a tenistas argentinos, además de un Juan Martín Del Potro que cuando no sufre de lesiones puede hacerle frente a cualquiera, este 2017 se destacó el bonaerense Diego Schwartzman, escalando del puesto 52, a esta misma altura del año pasado, al 26, llegando a varias instancias finales en torneos de primer nivel e incluso llegando a ser primera raqueta de su país en el repechaje de Copa Davis, llenando de esperanzas a los hinchas argentinos de sumarse a un plantel que pueda volver rápidamente al Grupo Mundial, para una vez allí volver a hacer historia como hace tan solo un año atrás.