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miércoles 24 de enero de 2018

El deportista más veterano en ganar en un Juego Olímpico

Durante el mes de junio, miles de jóvenes atletas coparán Buenos Aires con las ganas de llenarse del espíritu olímpico y, por qué no, quedarse con las ansiadas preseas, pero en la historia de los Juegos, un hombre tiene el récord de haber triunfado con una avanzada edad.

Si hay una frase que resume al movimiento olímpico es la que acuñó el poeta romano del siglo II Juvenal. "Mente sana en cuerpo sano", reza un fragmento de sus Sátiras, y así, sin quererlo, sentó las bases de una forma de ver al deporte, en donde la recreación y la competencia limpia son los pilares en los que se apoya. En este paradigma, las edades o categorías no son una barrera, y han permitido que hombres y mujeres demuestren hasta dónde es capaz de llegar la humanidad.

Un testigo de que los límites no se cuentan en años fue Oscar Swahn. Nació en 1847, varias décadas antes de la fundación del Comité Internacional (COI), que vio la luz recién en 1894, y se convirtió en el más longevo en participar, obtener medallas y salir campeón en un Juego Olímpico.

Formó parte de tres ediciones distintas en la disciplina del tiro, que por entonces tomaba mucho del rito de la cacería. Un ciervo artificial móvil como blanco era el objetivo de la prueba, que además de la modalidad individual, se disputaba en equipos. El sueco estuvo presente en Londres 1908, Estocolmo 1912 y Amberes 1920. En todas las oportunidades se subió al podio, y hasta se dio el lujo de compartir la gloria con uno de sus hijos, Afred.

En la capital inglesa cosechó dos primeros puestos y un tercero. Por entonces, esos logros ya lo catapultaron como el más longevo en conseguirlos, pero eso no sería suficiente. En su país, redoló la apuesta y, a los 65 años, volvió a sentir la gloria. Logró un oro en la exigencia grupal y un bronce en solitario. Esa estadística lo convirtió en el deportista más experimentado en salir victorioso.

Pero la última función de este mago del rifle, siempre con su barba blanca larga como la de Merlín, se dio en la ciudad belga. El mito de Swahn se consolidó al cumplir los 72 años y 281 días. Allí se quedó con la marca de ser el participante más viejo, y además coronó con una presea de plata, lo que lo llevó a también a ser el medallista con mayor edad de toda la rica historia olímpica.

El récord de presencia estuvo cerca de ser derrumbado en Río 2016. Hiroshi Hoketsu, que tenía 75 años se quedó afuera de los citados para ser parte del conjunto japonés de equitación. Pese a que no viajó a Brasil, el oriental dejó abierta la posibilidad de asistir a la cita en Tokyo para el año 2020. Caber recordad que en su Carta, el COI no tiene estipulada una edad límite para la práctica de una disciplina, y deja la decisión a las federaciones internaciones de cada deporte. Por eso actividades de menor impacto físico permiten que se den estas particularidades.