La postergación de la pelea entre Omar Narváez y el sudafricano Zolani Tete por el título mosca de Organización Mundial de Boxeo provocó la decisión del argentino de organizar una contienda de transición para no perder el ritmo y llegar lo mejor posible a marzo/abril. En este contexto, el Huracán, de 42 años, sumó una nueva victoria.

El rival era conocido, ya que Jesús Vargas ya había sido derrotado por el argentino en una ocasión. Sin pasar por el mejor momento de su carrera, aceptó el reto y viajó a Puerto Madryn para dar un buen espectáculo, aunque nunca pudo demostrar grandes dotes de habilidad.

La pelea tuvo un final casi cantado desde el inicio, con Narváez regulando momentos de desgaste a la ofensiva con otros de conservar energías. El show fue aceptable, aunque tampoco sobresaliente. El local quiso hacer una pelea larga para conservar el ritmo, pero siempre mostró jerarquía elaborando buenas combinaciones de golpes por momentos que entusiasmaban al público.

Con un punto restado a Vargas sobre el final por golpear reiteradamente en la nuca al rival, se llegaron a las tarjetas. El fallo fue unánime, con dos jueces dando como ganador a Narváez por 100 a 95, y el restante dando un número que se asemeja más al a diferencia que hubo en el ring: 100 a 90,5.

No debería esperar mucho el argentino, ya que entre abril y mayo es cuando se daría la pelea de no haber otros imprevistos. Si llegara a ganarle a Tete, Omar Narváez tendría el récord argentino de haber sido campeón mundial en tres categorías distintas. Además, buscará ser el segundo del país en quedarse con un título mundial en este 2018, siendo el primero Lucas Matthysse.