Madurez y responsabilidad son dos palabras que suelen asociarse a los deportistas de largo recorrido. En este caso, Mateo Delmastro habla como uno de ellos, a los 17 años de edad. Uno de los grandes proyectos a futuro que tiene el Bádminton argentino, no quiere ponerse un objetivo tan temprano para los Juegos Olímpicos de la Juventud, pero quiere “salir a dar pelea para ganar” ante cualquier rival que se le presente.
Delmastro, junto con Yovela Petrucci (14 años) son los dos jugadores de Bádminton que quedan en el programa Buenos Aires 2018, un ciclo de preparación de jóvenes atletas para la cita olímpica de octubre. Pero el barilochense reconoció que en su infancia estuvo lejos de imaginarse en su situación actual: “Cuando vi que la Argentina iba a organizar los Juegos, yo pensaba que estaba muy bueno para ir a ver. Nunca pensé que podía ir a jugar”.
Lo cierto es que la beca otorgada por el Enard, y la posibilidad de entrenar en el Cenard y vivir en el hotel asignado por el organismo para poder asentarse sin dificultades en la Ciudad de Buenos Aires, no son para nada un lujo según la mirada de Delmastro. “Todo eso me hace darme cuenta del lugar en el que estoy y las responsabilidad que tiene, que es vivir la vida del deportista. Tengo que comer sano, entrenar y poder descansar la mayor parte del tiempo posible”.
Sin ocultar la ilusión de ganar alguna medalla en el Suramericano de Cochabamba a mitad de año, está consciente del desafío que representa en los Juegos de la Juventud poder enfrentarse a un rival asiático, región que domina el deporte salvo algunas excepciones. “Va a ser la oportunidad para demostrar para qué estoy, y cómo le hago frente a los chicos a los que me enfrente”.
La diferencia cultural es una de las causas que siente Delmastro por lo cual Sudamérica está por ahora alejada del nivel que se ve en Asia con respecto al Bádminton. “En China es uno de los deportes más jugados, y mientras que acá a los chicos los ves con una pelota de fútbol, allá los ves con la raqueta. Y si sos bueno en este deporte sos una celebridad más o menos”.
Siendo un representante de la Argentina, igualmente se sorprende por la humildad con la que se manejan los deportistas más conocidos cuando se los cruza en el Cenard. “Me pasó muchas veces de mirar un poco y ver a Federico Delbonis, a Jennifer Dahlgren, o a Federico Molinari por ejemplo. Hace poco Walter Pérez estuvo en una charla por el programa Buenos Aires 2018 y le pude decir en persona feliz cumpleaños a un campeón Olímpico. Vos los ves como estrellas, pero ellos están entrenando y te tratan como un compañero más”.
A sus 8 años, Mateo Delmastro le explicaba a los padres que empezaba a jugar al Bádminton, deporte que su familia desconocía en su momento. Hoy, ya piensa la posibilidad de viajar para competir en una liga europea, aunque aclarando lo costoso que es. No ve imposibles en un futuro, pero tiene su cabeza en el presente. Termina de entrenar en la cancha con tres de sus compañeros, Nicolás Oliva, Santiago Otero y Serafín Zayas, y se toma sin problemas un tiempo para hablar ya que considera hablar con la prensa como “parte de lo que hay que hacer”. Después, no esquiva la parte física a pesar de arrancar después que su grupo. Un atleta que se comporta como tal.