En la mitología griega, muy emparentada con los Juegos modernos acuñados por Pierre de Coubertín a partir de 1896, la diosa de la belleza y del amor es Afrodita. El célebre pintor de mediados del siglo XV Sandro Botticelli inmortalizó el nacimiento de Venus, su denominación romana, y creó una de las imágenes más icónicas de la cultura europea. Desde la espuma, como si fuera de la nada misma, la divinidad se alza y se les presenta a todos, sin dejar a nadie afuera. Ni siquiera a los más destacados deportistas.
El libro "1.000 datos locos de los Juegos Olímpicos" de Aníbal Litvin se animó a develar algunas de las historias y romances que han tenido un inicio durante el mes de competencia. Algunos argentinos, renombrados tenistas, y hasta parejas que trascendieron los límites de la nacionalidad se metieron en la lista.
En varias mesas familiares, Sandra Henderson y Stephane Prefontanaine habrán sido el centro de la atención a la hora de contar cómo y dónde se conocieron. El año, 1976. El lugar, Montreal. Los por entonces adolescentes fueron elegidos por la organización canadiense para encender el pebetero juntos, en lo que fue una muestra de armonía y unidad del país anfitrión. Lo cierto es que no solo se encendió la llama olímpica aquella tarde, sino que también surgió el romance. Un año después de aquel momento único, se enamoraron y se casaron.
Sin ser el último relevo, como en el caso anterior, pero si siendo portador de la antorcha oficial, a David State se le ocurrió aprovechar su momento durante las ceremonias previas al inicio de la cita en Londres 2012, y le pidió casamiento a su novia en plena marcha. Él, arrodillado y rodeado de banderines británicos, sacó un anillo y vio como la sonrisa de su prometida crecía en su rostro. En medio de la calle, Christine Langham dijo que sí.
A Roger Federer se lo conoce como Su Majestad por un sinfín de horas de buen tenis, pero también supo caer bajo redes de Eros. El suizo está felizmente casado con Mirka Varvinec. Hoy tienen cuatro hijos, pero el origen de toda esta historia fue en un Juego Olímpico. Es ella la que contó que astro de la raqueta esperó hasta el último día del torneo de Sydney 2000 para darle el primer beso.
Siempre tiene que haber algún argentino. En este caso fueron dos. Ricardo Peper y Jeannette Campbell habían logrado registrar una marca para llegar a la cita de Berlín en el año 1936, pero las burocracias les impedían poder viajar a ambos. Él no dudó en concederle su lugar. Ella era su mujer. Esa decisión podría haber quedado en una anécdota de un consolidado matrimonio, pero pasó a la historia, ya que la nadadora no sólo fue la primera mujer en participar en una cita olímpica, y además ganó una medalla.
La gimnasta Shawn Johnson y el ciclista Taylor Phinney empezaron a ser pareja durante Beijing 2008. Como si fuera una novela adolescente el flechazo ocurrió cuando el atleta empezó a tirarle chocolates desde su balcón en la Villa. Días después de estos repetidos episodios, los vieron besándose en uno de los salones comunes del complejo de la ciudad china.