Pilar Lana y Gisella Bonomi, integrantes de la Selección juvenil de Beach Handball, hablaron con Línea de Fondo y nos contaron como se vienen preparando de cara a Buenos Aires 2018.
El beach handball es un deporte que viene creciendo en el último tiempo y Argentina no quiere quedarse atrás en ese sentido. Es más, ya dejó de ser un sorpresa para los rivales desde que consiguió la medalla de bronce en el Mundial juvenil de Mauricio 2017. Pilar Lana y Gisella Bonomi, ambas de 17 años, lo tienen muy en claro, y por eso se preparan para llegar de la mejor forma a los Juegos Olímpicos de Buenos Aires.
Parte de esa preparación comenzó hace un par de semanas en la ciudad de João Pessoa, en donde consiguieron una medalla de oro. "Jugamos contra Estados Unidos, Chile y varios equipos de Brasil, y nos sirvió mucho tener ese roce internacional", aclara Lara. Pero ese plan de entrenamiento es constante y mas teniendo en cuenta que dentro de 8 meses se vienen los Juegos Olímpicos. Precisamente desde el jueves pasado y hasta el próximo domingo las Kamikazes juveniles están disputando una serie de amistosos frente al seleccionado mayor argentino y ante el combinado uruguayo, en la cual vienen obteniendo buenos resultados.
Lo cierto es que este es un deporte, cuyos integrantes vienen del handball tradicional, entonces necesitan de un tiempo de adaptación. "Al principio es medio complicado porque tenes que pasar del indoor a la arena y la pelota es mucho más chica y no pica. Pero con el tiempo te acostumbras y es muy divertido", asegura Gisella. "Es difícil aprenderlo" agrega Lana.
Hay que destacar que al ser un deporte amateur y no tener una liga de clubes, es necesario el apoyo del ENARD (Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo). Y en eso ambas jugadoras coinciden en que las instalaciones del CeNARD son muy buenas ya que pueden dormir ahí y tiene una cancha en la que pueden entrenar durante todo el año. Esto también es importante para chicas como ellas que vienen del interior del país. Lara es de Viedma y viaja constantemente pero asegura que cuando esta lejos extraña bastante, mientras que Gisella, si bien ya se encuentra viviendo en Buenos Aires, proviene de la Ciudad de Neuquén, pero confirma que vale la pena estar tanto tiempo viajando.
Solo quedan 8 meses, que parece mucho tiempo, pero que en realidad pasa muy rápido. Pero antes de la gran cita, deberán realizar una gira por Europa a mitad de año para ganar mas roce internacional de cara a los Juegos. Y no sólo en sus palabras se nota que están ansiosas y felices por lo que viene de ahora en adelante, sino que sus caras también transmiten esa alegría que tienen por representar a la Argentina.