Contundencia. Una palabra que seguramente se repitirá en la célebre ciudad de los Beatles. No sólo por el abultado resultado final de la llave, claro 5-1, sino que tambien por la importante victoria a domicilio. Un 2-1 trabajado que les permite a los de Jurgen Klopp volver a una intancia de definición tras 10 años de ausencia.

La tarea en la previa rozaba la épica. Los dirigidos por Josep Guardiola lo tenían claro, pero salieron desde el comienzo en busca de la ventaja para acercarse en el global y fastidiar a su rival. Para esto, el City necesitó del segundo gol más rápido de la historia del club en la competición europea más importante. Tan sólo un minuto y 56 segundos tardó Gabriel Jesús para desnivelar el encuentro. El delantero aprovechó la quietud del Liverpool, que se frenó para pedir una infracción inexistente, y llenó de expectativas el trámite.

El 1-0 no solo potenció el rendimiento de los locales, sino que aplacó a los Reds. Por momentos, tal fue la presión ofensiva del líder de la Premier que los comandados por Klopp se dedicaron a soportar en su área. Mohamed Salah, autor de uno de los tantos en la ida, fue la unica carta en campo contrario. La figura egipcia no pudo hacer pie y pasó desapercibido.

Con el correr de los minutos, el conjunto celeste profundizó su predominio y explotó las bandas para lastimar la valla custodiada por Loris Karius. Raeem Sterling se convirtió en un dolor de cabeza para los zagueros del Liverpool. Sobre el final del primer tiempo, dos chances claras hiceron crecer los merecimeintos de los anfitriones, que se fueron al descanso con gusto a poco. Un remate en el palo de Bernardo Silva, y una conquista mal anulada a Leroy Sané sacaron de las casillas a Guardiola. El entrenador catalán le reporchó el fallo al árbitro y tuvo que terminar de ver el duelo desde la tribuna.

La segunda parte, la visita mostró una versión más parecida a la del partido de ida. Con Oxlade Chamberlain haciéndose eje de la creación. Sentidos por el desgaste inicial, el Manchester City no pudo revertir la presión en el medio propuesta por James Milner, y cedió la pelota. En este panorama, Salah sacó a lucir toda su categoría a los 10 minutos del complemento. El punta comandó una contra y terminó picándo la pelota para silenciar a todo el Etihad Stadium.

Juagados y obligados a convertir cuatro goles para avanzar en la competición, los ciudadanos apelaron al ingreso de Sergio Agüero para acercarse en el global, pero, a los 76 minutos, un grosero error de Nicolás Otamendi le permitió a Firmino poner el 2-1 final.

El global de 5-1 fue muestra de la contundencia en las áreas. Liverpool rompió los esquemas en una llave que parecía más pareja en la previa. Ahora deberá aguardar al viernes para poder conocer a su próximo escollo, esta vez, en semifinales, fase que no disputa desde la temporada 2007/08.