No fue un torneo más para las jugadoras de la Garrita. El contexto lo hacía especial, no sólo por jugar el Panamericano, sino también por ser locales. El objetivo de ser mundialistas se cumplió, a pesar de no haberse coronado campeonas.

La ajustada victoria inicial ante Uruguay 20-18 fue el puntapié inicial. Por la segunda jornada, la aplastante goleada 53-13 a Perú, el rival más débil del torneo, era un envión más para conseguir la clasificación, algo que se consiguió con el triunfo 18-17 ante Paraguay.

Con el pasaje asegurado, la ilusión del título se disipó con la derrota por 21-16 ante Brasil, que se coronó campeón. Sólo quedaba el duelo ante Chile por el segundo puesto, pero tras lo que había sido quizás el mejor partido de la Garrita, llegó el más flojo y una nueva derrota.

En sus declaraciones, tanto las jugadoras como la entrenadora remarcaron que, pese al orgullo de lograr la clasificación ante una gran convocatoria de hinchas en el Cenard, queda algo de frustración por no haber terminado con ese primer lugar. Ahora, el Mundial de Polonia está por delante, y allí el desafío tendrá una dificultad mucho mayor.