En un desenlace con polémica, los galos aguantaron y supieron golpear en el momento justo para meterse en el encuentro definitivo del torneo continental. Con Lucas Ocampos en cancha, el Olympique alcanzó su tercera final en esta competencia.

Tras un primer tiempo en el que ningún pudo desnivelar, y en el que el Marsella administró el ritmo gracias a la ventaja conseguida en suelo francés, la igualdad fue el resultado más lógico al momento de irse al vestuario. Ambos planteos mostraron la ambición de ir en busca del arco contrario, pero las defensas fueron protagonistas para sostener la serie.

Pero la historia en el complemento fue totalmente distinta: Salzburgo aceleró gracias a la explosividad de sus delanteros y alcanzó a ponerse a tiro con rapidez. A los siete minutos de la segunda mitad, Amadou Haidara ensayó una apilada a pura gambeta y puso el 1-0 para los locales, que todavía necesitaban uno más para forzar el alargue y dos para sentenciar el cruce.

La ambición y la urgencia por aumentar la diferencia obligaron al elenco austríaco a arrinconar al Marsella contra su propia valla. Apenas iban un poco más de 15 minutos de la parte final y Bouna Sarr le facilitó la tarea a los dirigidos por Marco Rose. En una acción que debió ser anulada por una posición adelantada, el zaguero se interpuso en el remate de Xaver Schlager y descolocó a su arquero para darles vida a los anfitriones.

El tramo final de los 90 tuvo un ida y vuelta atrapante que encendió las pocas piernas que quedaban en los dos equipos, pero otra vez las figuras bajo los tres palos aparecieron para mandar la definición al alargue.

En el suplementario, Duje Caleta-Car tuvo en su cabeza la clasificación, pero Yohann Pelé le puso las manos a la envenenada pelota del defensor y salvó lo que podía haber sido la sentencia del partido. Ya sobre el cierre, el cansancio hizo mella y atentó contra la creación de ocasiones de peligro. Cuando parecía que los penales eran la vía inevitable, apareció una vez más la polémica en un córner que no fue en favor de la vistita, y Rolando alcanzó a desviar para desatar el estallido francés. Ni el ímpetu de último tramo le alcanzó a los austríacos para dar vuelta el marcador. Haidara vio la roja en el medio de las protestas y le puso aún más cuesta arriba el trámite.

De esta forma, la cita final de la competición europea tendrá al Atlético Madrid de Diego Simeone y al Marsella como protagonistas de un choque inédito. El único antecedente válido fue en la edición de la temporada 2003-04, en la que los galos se enfrentaron contra un conjunto español, el Valencia. Fue victoria para el equipo Ché por 2-0.