Ganar una medalla en los Juegos Suramericanos de Cochabamba no lo hace cualquiera, y mucho menos obtener varias de ellas. Melita Abraham Schüssler (al igual que su hermana Antonia) fue una de las atletas más destacadas, ya que ganó nada menos que 4 medallas de oro en las pruebas de remo, una cantidad a la que llegaron sólo 6 deportistas en esta ocasión.
Un año después de que Melita y Antonia Abraham Schüssler hayan conseguido coronarse campeonas en el Mundial Sub-23 realizado en Bulgaria, nuevamente vuelven a destacar por encima del resto en su especialidad, con 20 años de edad y largos años de carrera por delante. La receta, según Melita, se basa en dedicarse de lleno para lograr esos resultados.
“Sabía a lo que venía a competir y sabía mi objetivo, que era ganar las cuatro pruebas en las que estaba inscripta. Luché y trabajé para eso, y fui a demostrar lo que valía”, relata la chilena, mostrándose confiada y decidida. En la previa al torneo, la mentalidad ganadora ya estaba en funcionamiento: “En Sudamérica con mi hermana estamos un poco más fuertes que el resto, entonces si confiábamos y hacíamos las cosas que nos decía nuestro entrenador, íbamos a tener los resultados que esperábamos”.
Lo cierto es que a veces, así como victoria gratifica, una frustración también puede servir como motivación, un ejemplo que se aplica a la campeona mundial. “Hace cuatro años me quedé afuera de los Juegos Odesur en los selectivos, y eso me marcó. Desde ese momento trabajé muy duro, y pasé de quedar afuera a ser multimedallista. Eso fue lo que más me emocionó”, cierra la campeona mundial juvenil, que remarca que “el remo es un deporte de mucha fortaleza mental y mucho trabajo”.
Melita Abraham Schüssler y su hermana Antonia conviven como familia y como atletas, y ambas ya tienen muy importantes logros en su haber. Y la competitividad la llevan hasta en las prácticas: “Siempre entrenamos en contra, cada una queríendole ganar a la otra, y eso hace que nos tiremos para arriba y nos fortalezcamos mucho porque estamos muy parejas de nivel”. Entre ellas se alientan a dar el máximo, y se unen también para ponerse los mismos sueños y las mismas metas por delante. “Estoy muy orgullosa de poder haber compartido títulos con ella. Sin dudas, me hace una mejor persona y una mejor deportista”.
Compartir con la delegación en los Juegos Suramericanos es otra de las grandes experiencias que se viven, y Abraham Schüssler ve una gran unión con el resto de los chilenos que compitieron en remo: “Tenemos una delegación muy grande y muy unida y siempre trabajamos juntos por el mismo sueño, lo que te hace sentirte orgullosa de vivir esto”.
Una vez que Cochabamba 2018 empezó a formar parte del pasado, se trabaja pensando ya en nuevas metas. “El próximo objetivo que me planteo es repetir mi título mundial sub 23 con mi hermana, y clasificar la máxima cantidad de botes al Panamericano en el Pre-Panamericano que va a ser en diciembre. Más adelante sería clasificar en el 2019 el bote a Tokyo 2020, y obviamente allí mi sueño es buscar una final olímpica”.
Más allá de que el calendario da la posibilidad de ilusionarse y planificar a futuro, Melita Abraham Schüssler tiene una mentalidad que hasta ahora le da éxitos de gran manera: “Siempre me pongo pequeñas metas y sueños, y trabajo como si ese día fuera el fin del mundo. No existe para mí nada más adelante que eso”. Una clara demostración de decisión y de compromiso, que la llevó a destacar enormemente coleccionando medallas en los Juegos Odesur.