Desde el primer instante, el elenco africano planteó un esquema ordenado basado en una firme línea de cuatro defensores en el fondo para neutralizar los avances del combinado celeste. Sin su hombre estrella desde el arranque, Mo Salah, los comandados por el argentino Héctor Cúper se dedicaron a aguantar el cero para poder pescar algo en su debut en mundiales.

Por su lado, Uruguay agigantó el legado de Óscar Tabárez al llegar a los 28 años entre su primer partido dirigido en la cita máxima del fútbol y el de hoy. Si bien tuvo dos períodos en los que estuvo al mando de la selección oriental, esto sólo había sido registrado por Mário Zagallo y por Carlos Parreira. Además, se convirtió en el técnico más longevo en ser parte de una Copa del Mundo, con 71 años.

El trámite del partido tuvo a los uruguayos con la intensión de ir en busca constante del arco rival. Algunos intentos de Edinson Cavani y de Luis Suárez inquietaron a los egipcios, pero la falta de profundidad hizo que el duelo se emparejara. La respuesta de Los Faraones vino desde el despliegue físico, aunque sin poder llevar demasiado peligro al arco de Fernando Muslera.

Para el complemento, los Charrúas apretaron el acelerador y exigieron a Mohamed El Shenawy, que bajo los tres palos se fue convirtiendo en una de las figuras destacadas del choque. Una vez más Cavani y Suárez fueron los faros de referencia del ataque celeste. El delantero del PSG se vistió de poste y se dedicó a asistir a su compañero que tuvo dos chances claras más. El punta del Barcelona, que retornó a la competición después de lo que fue su escandalosa sanción en Brasil 2014, se terminó lamentando al ver como se le escaparon las posibilidades de quebrar la paridad.

El correr del reloj los merecimientos se fueron volcando para el lado sudamericano, pero el 0-0 parecía que era una sentencia cuando un remate de tiro libre de Cavani se estrelló en el poste de la valla egipcia. Sin bajar los brazos, en los instantes finales del partido, los dirigidos por el Maestro Tabárez tuvieron su premio. A los 44 minutos del segundo tiempo, José Giménez puso en juego su especialidad y metió un cabezazo que hizo explotar las gargantas de los uruguayos en el estadio de Ekaterimburgo.

De esta forma y con el resultado de ayer entre Rusia y Arabia Saudita, los orientales se acomodaron segundos en el grupo A. Primero se mantuvo el anfitrión con una diferencia de gol amplia gracias al 5-0 del duelo de apertura. La próxima fecha será Rusia contra Egipcios, mientras que la Celeste se medirá contra los de Juan Antonio Pizzi para encaminar su pase a los octavos.