Boca Juniors le ganó 2-0 a Palmeiras en la Bombonera, por la ida de las semifinales de la Copa Libertadores, con un doblete de Darío Benedetto, quien entró para jugar los últimos 15 minutos. Parecía que el partido estaba condenado al 0-0, pero el Pipa tuvo dos apariciones mágicas para dejar a su equipo muy cerca de la final. La vuelta será el miércoles 31 de octubre en Brasil. 

El equipo de Guillermo Barros Schelotto comenzó mejor, presionando bien a Palmeiras, teniendo mucho la pelota, tocando de manera paciente y generando peligro, aunque sin tanta claridad. Pablo Pérez remató de larga distancia a los 7 minutos, pero sin dirección, mientras que Carlos Izquierdoz casi marca al cabecear en el área luego de una mala salida del arquero Weverton. A los 25 minutos fue el lateral izquierdo Lucas Olaza el que incomodó, esta vez con un verdadero misil de larga distancia que el arquero rival atajó sin dar rebote. 

Palmeiras, por su parte, comenzó sufriendo el partido mientras esperaba atrás y apostaba a alguna contra furiosa. Pero con el pasar de los minutos se fue acomodando en el partido y terminó el primer tiempo dominando al rival, aunque le costaba demasiado generar peligro; la único que logró fue un remate de larga distancia de Willian que pasó muy lejos. De esta manera, ambos equipos fueron al descanso luego de una primera mitad que se terminó trabando mucho, principalmente en la mitad de la cancha. 

Boca comenzó mejor también el complemento, aprovechando que el Palmeiras salió dormido y le cedía espacios, pero el Xeneize continuaba con sus problemas para generar situaciones claras. Solo había tenido un débil cabezazo de Lisandro Magallán. Parecía que le faltaba una marcha más en ataque, la cual llegó a la hora de juego cuando el colombiano Sebastián Villa entró en lugar de Mauro Zárate y 15 minutos después cuando Benedetto ingresó por Wanchope Ábila. 

Recién a los 68 minutos llegó la primera situación clara del complemento, cuando el volante ofensivo Dudu le pegó desde la medialuna del área y la pelota pasó muy cerca del arco Xeneize. A los 80 fue el turno de Boca, que llegaba de la mano de Olaza, quien realizaba un tiro libre exquisito que salvó Weverton con un atajadón. Pero a los 83 llegó el momento del partido: Villa ejecutó un tiro de esquina que el Pipa Benedetto cambió por gol con un cabezazo bajo inatajable. Como si fuera poco, cinco minutos después el Pipa volvió a marcar, esta vez con golazo desde afuera del área, tras recibir un pase de Pérez y dar una media vuelta con mucha clase. 

Con este resultado, Boca consiguió un resultado importantísimo ante un rival que había ganado todos sus encuentros de visitante en la actual edición de la Copa (a Junior, Boca y Alianza Lima en fase de grupos, a Cerro Porteño en octavos y a Colo Colo en cuartos). El Xeneize va en busca de una nueva final de Copa Libertadores, a la cual no accede desde 2012 cuando cayó ante Corinthians; la última vez que la ganó fue en 2007, cuando humilló a Gremio con un 5-0 global.