En un partido muy especial desde lo emocional, por el recordado accidente aéreo de noviembre pasado, el equipo colombiano logró estirar su dominio continental. Un claro 4-1 como local le bastó para levantar el trofeo que enfrenta a los ganadores de la Libertadores y la Sudamericana.

Se dio el encuentro que el dolor de la tragedia truncó. En tierra cafetera y en el escenario que iba a albergar el enfrentamiento planeado hace casi seis meses atrás, hubo vida y fútbol. Fue goleada, conquista y gloria para el Verdolaga.

Desde el arranque del partido, el equipo local mostró sus intenciones de igualar la serie, ya que en la ida había perdido 2-1. A los dos minutos lo consiguió. Atlético Nacional rompió el cero a través de una buena jugada de Macnelly Torres, que dejó mano a mano a Moreno. El delantero no dudó en buscar el arco, pero además recibió la involuntaria ayuda del arquero. Artur Moraes no pudo contener el remate, se le escurrió por entre las manos y decretó la caída se su valla. Con el gol, llegó el dominio de los colombianos. Su rival no pudo gestar combinaciones en ataque y se limitó a destellos individuales. A los 31, Ibargüen amplió la ventaja.

La actitud para revertir el marcador por parte de Chapecoense se vio recién en el comienzo de la segunda mitad. Una salvada sobre la línea de Alexis Henríquez frustró el intento de Arthur de acortar distancias. Pero, el local aprovechó el arrojo de su adversario y de contra liquidó la final. Los espacios aparecieron y los delanteros no perdonaron. A los 66, fue el turno, nuevamente, de Moreno de convertir. El conjunto de Reinaldo Rueda mantuvo su estrategia de presionar y no dejar crear. "Hoy se hizo un gran juego para conseguir el resultado", sentenció el entrenador al concluir el encuentro, y ademas expreso sus intenciones de seguir en su cargo.

Faltando 10 para la conclusión, Ibargüen, con un poco de fortuna en su definición, remató las acciones. En una arremetida individual, venció la defensa y definió picando la pelota por encima del arquero. ¿La particularidad? Le pegó de forma defectuosa con ambas piernas. Las cifras del desenlace las colocó Tulio de Melo con una sorpresiva media vuelta que Franco Armani no pudo contener.

Es la séptima conquista continental del combinado colombiano- primera Recopa en sus vitrinas-, que aún tiene la esperanza de clasificarse para la siguiente ronda de la actual Copa Liberadores. Corre tercero en su grupo y visitará el jueves 18 de mayo a Botafogo. Por el lado Chapecoense, demostró sobreponerse a la realidad que le tocó afrontar. Si bien no está afrontando un buen momento en la máxima competición sudamericana, la conquista del Estadual Catarinense le permite seguir entrando en la historia grande del deporte brasileño.