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miércoles 6 de marzo de 2019

El VAR jugó para Porto

La tecnología cumplió un rol determinante en lo que fue la clasificación del equipo luso por encima de la Roma. En el alargue, los árbitros de video sancionaron un penal para el Dragón y omitieron uno para los italianos que terminaron cayendo por un global de 4-3.

La polémica y la emoción se adueñó de la jornada en el viejo continente. Al igual de lo que sucedió en la llave entre el PSG y el Manchester United, el VAR fue protagonista sobre el final y fue clave para que los de Sérgio Conceiçao se metieran entre los ocho mejores de la competición internacional.


El partido comenzó con los locales metidos de lleno en campo rival para ir en busca del gol que emparejara la serie. Tiquinho Soares apareció a los 26 minutos de juego para marcar el 1-0, lo que también significaba el 2-2 en el acumulado. Con ese resultado, Porto se adelantaba en la llave por el gol conseguido de visitante.


La ventaja fue como un golpe duro para los italianos, que lejos de modificar su juego para intentar remontar cayeron en las dudas y les cedieron más terreno a sus contrincantes. El dominio de los anfitriones se tradujo en situaciones de riesgo que pusieron en jaque a la Loba. Pero, cuando peor pintaba el panorama para el elenco romano, un infantil penal de Eder Militao le abrió la puerta de la igualdad a Danielle de Rossi. A falta de diez minutos para el cierre de la primera parte, el capitán no falló desde los doce pasos.


El complemento volvió a tener al local con el poderío ofensivo y las riendas del partido. Si bien Edin Dzeko fue una amenaza constante para los intereses de Porto, el Dragón se las ingenió para volver a ponerse arriba en el tanteador. Esta vez, Moussa Marega fue el autor del grito. El delantero aprovechó de cabeza un centro milimétrico que cayó en el área chica de Robin Olsen.


El 2-1 parcial llevó la definición al alargue, y fue ahí donde se abrió el capítulo polémico y emotivo. Las situaciones más claras estuvieron en un comienzo del lado de los italianos, pero la falta de justeza a la hora de la definición terminaron por hacerle un guiño a los portugueses, que hallaron su premio de la mano del VAR.


A falta de tres minutos para el cierre del partido, el árbitro del duelo, Cüneyt Çakir, se asistió en la tecnología para sancional la pena máxima en favor de los anfitriones. El agarrón de Florenzi quedó en evidencia y Alex Telles no dudó en vencer el arrojo del arquero rival. Pero esto no fue todo, ya que en el tiempo adicionado una vez más el VAR le sopló una jugada al juez, pero esta vez no la corroboró en la pantalla y decidió no dar lugar al reclamo de los de Eusebio Di Francesco.


De esta manera, Porto se metió en los cuartos de final de la Champions, torneo que supo conquistar en la temporada 2004/05. A falta del sorteo que los empate de cara a lo que resta, los portugueses volvieron a meterse dentro de la elite europea, mientras que todavía no pierden la ilusión a nivel doméstico. Son escoltas del Benfica y están a tan sólo dos puntos del líder en la liga.