El equipo de Guillermo Barros Schelotto empató en el Tomás Adolfo Ducó y dejó puntos en el camino, que ponen al rojo vivo al Torneo de Primera División. A cuatro partidos del final, nada está definido y ya no depende de sí mismo.

El encuentro se planteó disputado desde el comienzo. Con pocas ideas y falta de conexión para la gestación, el puntero no pudo encontrar el ritmo para quebrar la defensa del rival. Las impresiones y enredos gobernaron a los jugadores, que mostraron complicaciones para generar situaciones de peligro. En este panorama, fue Ignacio Pusseto quien propuso, tanto en el retroceso como en ataque, las mejores alternativas para el local.

De este modo, en el complemento no se evidenciaron cambios en la forma de disputar el partido. Sin creatividad en los volantes y con la obligación de buscar el resultado, Boca entró en nerviosismo, y se volcó por los envíos largos para encontrar a sus delanteros. En el medio, Fernando Gago no hizo pie, mientras que el Wilmar Barrios fue el auxilio en la recuperación. Pero, a los 30 minutos del segundo tiempo, Benedetto sacó provecho de una pelota mal despejada, se adentró en el área y, con un potente remate, venció a Marcos Díaz. 

Con el gol, Barros Schelotto movió las fichas en el banco y se propuso mantener la ventaja. El ingreso de Frank Fabra y Fernando Zuqui tenían la intención de frenar los avances del rival, pero sus dirigidos no pudieron serenarse y cedieron el protagonismo a Huracán.

El desahogo del nueve xeneize se truncó a falta de un minuto para el final, cuando a la salida de un lejano tiro libre, que cayó en el área de Boca, Agustín Rossi derribó a Daniel Montenegro y el árbitro no dudó en señalar la pena máxima. El responsable de marcar el empate fue Romero Gamarra. Un remate suave y bien colocado fue suficiente para amargar los planes de la visita y sumar incertidumbre a la definición de Campeonato.

No hubo tiempo para más. De esta forma, el puntero, que sigue mostrar un buen funcionamiento, quedó con 53 unidades, pero su inmediato escolta es River, que está a 5 unidades y con dos partidos menos. Ya no depende de sí mismo y espera una ayuda de Rosario Central, que mañana enfrentará a los Millonarios. La próxima medida del equipo de la Rivera será cuando reciba en la Bombonera a Independiente.

Por su parte, el Globo sacó un resultado importante para alejarse de los puestos de descenso. Superó la línea de Arsenal y de Olimpo. En la fecha 27, visitará al club de Bahía Blanca en un duelo clave para salir escapar de la zona roja.