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domingo 28 de mayo de 2017

Vettel, dueño de Mónaco

El piloto alemán se quedó con el sexto Gran Premio de la temporada y estiró su ventaja en el campeonato. Kimi Raikkonen y Daniel Ricciardo escoltaron a la Ferrari al podio.


Es el clásico del año. Todos los ojos se posan en la coqueta ciudad de Monte-Carlo. Sebastian Vettel no decepcionó y volvió a poner en lo más alto a la escudería italiana, que no ganaba en el principado desde el 2001. 

La largada mostró a Raikkonen en la Pole. La buena tarea en la jornada clasificatoria permitió a los pilotos del Cavallino Rampante adueñarse de las primeras acciones. Con un ritmo de carrera superior al de los Mercedes, construyeron rápidamente diferencias con sus perseguidores. Con el correr de las vueltas, el trámite se normalizó y el andar retrasado de Lewis Hamilton dio tranquilidad en la vanguardia.

Una de las primeras variantes fue el prematuro abandono de Nico Hulkenberg. El de Renault, que homenajeó a Star Wars por sus 40 años en su auto, no pudo contar con la Fuerza y desertó en menos de 20 giros.

El golpe de escena que generaron los rezagados, enredó que el finlandés de Ferrari. Con el pelotón más cerca del líder, se empezaron a diagramar las estrategias en los equipos para afrontar el resto de la competencia. Aquí fue donde el alemán sacó provecho. Los ingenieros de Vettel decidieron demorar la parada en boxes para exprimir todo el potencial de los neumáticos ultra blandos. Con dos vuelta récord, volcó la carrera a su favor. 

Ya con la primera posición en su poder y con la detención cumplida, la Ferrari número 5 manejó la ventaja a su placer. Sacó a lucir un ritmo demoledor y dejó sin chances al resto. Mientras tanto, Hamilton se atoraba en la séptima colocación, lugar del que podría escapar. Pero, la cuota de suspenso la puso involuntariamente, Pascal Wehrlein. Un fuerte choque y vuelco generó la entrada del auto de seguridad, que borró todas las diferencias en el cronómetro. "¿Cómo está?", preguntó el líder, en alusión al estado de salud de su compatriota.

En la reanudación, no hubo grandes cambios. El abandono de los dos pilotos de McLaren completó un fin de semana para el olvido en el retorno momentáneo de Jenson Button. Ni el remplazo de Fernando Alonso pudo sumar para torcer el destino del equipo. Actualmente es la única terminal que se mantiene en cero en la tabla.

El tercer escalón del podio lo ocupó Ricciardo con su Red Bull. La gran tarea del australiano tuvo como punto más alto al veloz trabajo de los mecánicos en boxes. Relegó a Bottas y redondeó una jornada importante para acomodar su temporada.

De esta forma, Vettel estiró su ventaja en el campeonato de pilotos: 25 unidades lo separan de Hamilton, que llegó a 104. Por su parte, Ferrari saltó al liderazgo en la competencia de constructores. La casa de Maranello domina con 196 puntos y es perseguido de cerca por Mercedes con 179.

La próxima fecha del Mundial de la especialidad será en Canadá el 11 de junio. Con un torneo teñido de rojo, las expectativas están por los aires y la prueba en el país norteamericano se convertirá en fundamental para empezar a delinear a los candidatos para el resto del calendario.