Las Finales de la NBA por fin están en marcha. En el primer juego de la serie, Golden State Warriors superó a Cleveland Cavaliers 113-91 en el Oracle Arena. Con esta victoria, la franquicia del Oeste llegó a 13 partidos seguidos ganados en estos Playoffs y se mantiene invicto.

Sin dudas la aparición de Kevin Durant, que llegó a los Warriors este año, fue la clave de la noche. El alero se sumó a la lista de amenazas ofensivas de los dirigidos por Mike Brown (que dirigió a Cleveland dos veces y en ambas oportunidades fue echado) y aprovechó cada oportunidad en la que la defensa se preocupaba por Stephen Curry para penetrar con facilidad hacia el aro.

Durant terminó con 38 puntos, 8 rebotes y 8 asistencias, y Curry lo siguió con 28-6-10. El base no había estado en su mejor nivel en las Finales anteriores pero esta vez arrancó de gran manera. Klay Thompson y Draymond Green, que no se destacaron en ataque (9 y 6 puntos respectivamente), tuvieron una muy buena demostración defensiva y ayudaron a Golden State en ese costado de la cancha.

En tanto para los Cavaliers, sus dos máximas figuras estuvieron a la altura pero les faltó compañía para seguirle el ritmo a sus rivales. LeBron James metió 28 puntos, tomó 15 rebotes y dio 8 asistencias, y Kyrie Irving hizo 24. Kevin Love metió 15 puntos pero con un bajo 30% en tiros de campo, aunque estuvo activo a la hora de rebotear (21).

La primera mitad fue pareja pero los locales se fueron al descanso 8 arriba gracias a la diferencia de 12 pérdidas para Cleveland y sólo 1 para Golden State. El tercer cuarto fue el despegue definitivo, ya que los Warriors lo ganaron 33-20 y la ventaja se hizo demasiado grande para remontar.

Tyronn Lue tendrá que trabajar en la defensa de los Cavaliers así como en potenciar a Tristan Thompson, clave para el campeonato anterior de la franquicia pero que ni se sintió esta noche. En tanto los Warriors buscarán ampliar la ventaja en su estadio el domingo desde las 21, cuando se juegue el segundo partido de la serie entre estos dos equipos que están por tercera vez consecutiva luchando por el título.