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sábado 10 de junio de 2017

Se despertó el campeón defensor

Cleveland Cavaliers superó ampliamente a Golden State Warriors y puso la serie 1-3 pero ahora con la ilusión de la remontada gracias al gran nivel que demostraron esta noche. Kyrie Irving y LeBron James estuvieron intratables y ahora las Finales vuelven a San Francisco.


Hace dos días, Cleveland Cavaliers perdía la tercera de las Finales y parecía casi abatido. Este noche dieron la imagen opuesta, jugando a un altísimo nivel y derrotando a Golden State Warriors por 137-116. La serie quedó 3-1 en contra de los campeones defensores, pero se renueva la ilusión de una nueva remontada como la que dieron el año pasado.

Las dos grandes figuras de los Cavaliers tuvieron una bestial actuación. Kyrie Irving metió 40 puntos, incluidos 7 triples en 12 intentos, mientras que LeBron James pasó a Magic Johnson y es el jugador con más triples-dobles en partidos de Finales de la NBA en la historia con 9. El alero terminó con 31 puntos, 10 rebotes y 11 asistencias para una franquicia que también batió el récord de triples en un encuentro de Playoffs con 24.

Además de los 23 de Kevin Love (6/8 en tiros de 3 puntos), los titulares que venían falto de contribución al equipo lograron ayudar cada uno con su especialidad. J.R. Smith metió 15 puntos producto de 5 triples, mientras que Tristan Thompson llegó por primera vez en la serie a los 10 rebotes, un factor que había sido decisivo el año pasado para la obtención del título.

Del lado de los Warriors, ofensivamente no fue un partido tan flojo y la diferencia la marcó que no pudieron frenar el poderío ofensivo rival. Kevin Durant mantuvo a los dirigidos por Steve Kerr a tiro con sus 35 puntos, y Draymond Green, que estuvo más tiempo involucrado en discusiones y en polémicas que dedicándose a achicar distancias, hizo 16 y bajó 14 rebotes. Stephen Curry (14p) y Klay Thompson (13p) no pesaron como lo habían hecho hace dos días.

El local se adelantó primero y nunca perdió la ventaja. Un arranque de 14-5 encaminó las cosas, y el primer cuarto nunca aflojó en cuanto a la velocidad de las posesiones. Los Cavaliers metieron 49 en esos 12 minutos iniciales, lo que se convirtió en un récord por la mayor cantidad de puntos en un primer período en la historia de las Finales. Al final de la primera mitad, los del Este habían roto una nueva marca: los 86 puntos con los que terminaron fue la mayor cantidad marcada en una mitad de partido en la historia de la postemporada.

Poco cambió a partir de allí. Cuando los Warriors se acercaban un poco, rápidamente en una ráfaga sus rivales se distanciaban. El último cuarto empezó con dos triples de Klay Thompson con los que se pusieron a 13, pero Irving demostró lo difícil que fue marcarlo y metió rápidamente un triple y un doble para calmar las aguas.

A diferencia de los 3 duelos anteriores, el juego físico provocó más de una vez roces entre los jugadores. 7 faltas técnicas cobró una terna arbitral que tuvo problemas para controlar los ánimos caldeados. Incluso LeBron y Durant terminaron intercambiando palabras de disconformidad a pesar de haber compartido pretemporadas juntos anteriormente y tener buena relación.

El cuarto juego se terminó, y ahora la serie volverá a San Francisco. Golden State será nuevamente local el lunes desde las 22 y buscará cerrar la serie y proclamarse campeón ante Cleveland que demostró que los Warriors, que perdieron el invicto en esta postemporada, no son imposibles de vencer.