La victoria contra Pakistán ratificó a los campeones olímpicos su puesto en la próxima Copa del Mundo. Pero su hambre de gloria fue insaciable y se impusieron en su juego de semis del torneo que involucra los mejores equipos del Planeta Hockey.

El primer período fue de dominio repartido. Las buenas tenencias ofensivas de los argentinos se alternaron con fragilidades defensivas, que le permitieron a los malayos avanzar en la cancha. Cuando lo llamaron a responder, Juan Manuel Vivaldi se hizo enorme, y tapó el peligro propuesto en los córneres cortos de los asiáticos. Pero el envión de las salvadas impulsó a los Leones, que encontraron a los 12 minutos la apertura del marcador. Lucas Vila corrigió una jugada de Gonzalo Peillat y encontró destino de red.

La jerarquía de los campeones olímpicos salió a lucirse en el segundo cuarto; el ritmo del partido fue manejado por los albicelestes, que se adentraron en terreno contrario y prácticamente transformaron el encuentro en un monólogo.

A cuatro minutos del inicio del tercer parcial, Manuel Bruent fue más astuto que todos los defensores y aprovechó la duda de los rivales. Se anticipó en una bocha suelta a centímetros del arco y venció los intentos del arquero. En el aspecto defensivo, los Leones no titubearon y sofocaron la mayoría de los intentos de Malasia.

Promediado el cuarto, los asiáticos descontaron distancias. Un penal convertido por Fitri Saari puso en alerta a los dirigidos por Carlos Retegui, que ajustaron los aspectos de marca, aceleraron y volvieron a llevar peligro. Vila y Peillat estuvieron cerca de liquidar el trámite, pero sus intenciones se alejaron caprichosamente.

El final del encuentro estuvo marcado por la ausencia de Agustín Mazzilli, que fue expulsado por 10 minutos. Argentina jugó con un hombre menos, pero no pasó sobresaltos. De esta forma, los Leones disputarán el partido decisivo. Mañana será la cita en la que aguardarán a Holanda o Inglaterra, que se enfrentarán este mediodía en la otra llave de semis.