El arco quedó en manos de Campaña. Independiente encontró en él la seguridad para crecer desde el fondo, y sus atajadas fueron claves para que el equipo de Ariel Holan cerrara una temporada de menor a mayor. Jugó 29 partidos y sólo recibió 22 goles, la mejor marca de la tabla. Las estadísticas del uruguayo hablan por sí solas, ya que a lo largo del torneo, consiguió mantener su valla invicta en 15 oportunidades. Además mostró una gran personalidad para el puesto: proveniente de Defensor Sporting, se posicionó firmemente bajo los tres palos, y se aferró a ellos en una institución acostumbrada a promover arqueros de las divisiones inferiores.

"Los equipos se arman de atrás para adelante". Es una de las máximas del fútbol más repetidas por los entrenadores. Para esto, se necesitan zagueros confiables, y que garanticen regularidad. El campeón del 2017 no se caracterizó por tener una pareja de centrales en buen nivel, pero en otros planteles se destacaron varios, que con fiereza y paso firme, cerraron los caminos a los más habilidosos delanteros. Javier Pinola, de Rosario Central, y Alexander Barboza, de Defensa y Justicia, fueron patrones en sus veredas y ordenaron el fondo. 

Siendo uno de los referentes del plantel, el defensor canalla volvió a destacarse, y se afirmó como uno de los preferidos del entrenador. Se sobrepuso a una dura lesión, volvió con su nivel intacto y será uno de los refuerzos de River para la próxima temporada. Ahora, tendrá como desafío poder acoplarse al juego de Jonatan Maidana. Por su parte, el Halcón de Varela, de gran semestre, fue de los conjuntos que menos goles en contra sufrieron, y contó con la solidez de un jugador que rápidamente se convirtió en ídolo. Tras cumplirse los plazos de su préstamo, deberá volver al club de Núñez. "Tendrá la posibilidad de pelear un lugar", declaró Marcelo Gallardo en relación a su retorno.

Las alas en ofensiva. Los laterales se han convertido en una pieza clave en el planteo de los partidos. Con ida y vuelta, se ganan los partidos, y es un puesto relevante para cualquier estrategia. Nicolás Tagliafico no solo regaló buenos momentos por la zona izquierda de la cancha a los hinchas del Rojo, sino que también supo adaptarse, y moverse a otros sectores de la zaga. Sus buenos rendimientos lo catapultaron a la Selección Argentina de Jorge Sampaoli, como parte de la renovación en la albiceleste.

Por la derecha, se destacó Matías Aguirregaray. Ni la doble competencia lo frenó. Con goles importantes, disciplina y criterio, fue uno de los puntos más altos del Pincha. Sus seis tantos lo hicieron sobresalir del resto, y el Tijuana puso los ojos en él. Desde México ya dan por hecho su traspaso al conjunto dirigido por Eduardo Coudet.

En la mitad de la cancha, lo mejor es tener el pase quirúrgico para abrir líneas rivales, fiereza para la recuperación y velocidad para comandar el contragolpe. Ignacio Fernández, Fernando Belluschi, Santiago Ascacibar y Marcos Acuña son los que han respondido con regularidad a estas características durante gran parte del torneo. Pensante y de bajo perfil, el volante de River fue el engranaje necesario para la remontada que casi le arrebató el título a los Xeneizes. Su estética de juego encajó en el paladar del hincha, y su regularidad fue su bandera durante el campeonato.

Mediocampista con gol y llegada. Belluschi fue la alternativa para San Lorenzo, que si bien tuvo un andar irregular, fue uno de sus puntos más altos. No solo fue determinante en el ámbito local, además el ex Porto dio la talla en el plano internacional. Por su lado, el juvenil de Estudiantes se afianzó con dureza y temperamento en la mitad del terreno. Con proyección de selección, es uno de los jugadores a seguir.

Acuña hizo delirar a Racing. Renació de la mano de Diego Cocca y terminó cumpliendo con creces. Sampaoli también le puso el ojo encima y lo llevó a la gira inaugural de su era. Sus nueve conquistas fueron un respaldo a su buena tarea, que tuvo como premio la clasificación de la Academia a la Copa Libertadores 2018.

Los delanteros rompieron las redes. Entre los dos sumaron 38 goles, y superaron a 21 equipos en tantos a favor. Sus mentalidades y destrezas fueron tan letales, que inclinaron el andar del campeonato. Sobre el final, Boca y River se disputaron fecha a fecha el liderazgo de la tabla gracias a ellos, pero fue Darío Benedetto quien ganó la pulseada. El talento a la hora de la definición fue la particularidad que hermanó a los dos atacantes: ambos regalaron tantos de una fantástica elaboración. Desde la media cancha contra Quilmes, o de volea en el Superclásico, regalaron imborrables festejos en el torneo.