17:14
Compartir
domingo 3 de septiembre de 2017

Los Canallas saben sufrir

Rosario Central dio cuenta de Deportivo Riestra y se metió en los octavos de final de la Copa Argentina a la espera de Boca o Guillermo Brown. Fue 2-1 con goles de Fernando Zampedri y José Leguizamón.

En momentos en los que las sorpresas en la competición más federal están a la orden del día, los de Arroyito dieron una muestra de carácter para sacar del camino al Aurinegro. No la pasó bien, pero no perdió la idea de ir en busca del resultado y terminó floreándose en su juego.

El primer tiempo mostró al club rosarino como claro dominador de las acciones. Los planes de Paolo Montero, que en la previa manifestó la dificultad de este tipo de partidos donde la diferencia de categoría tiene un peso propio, fueron salir a atacar a su rival y no permitirle manejar la pelota. Con centros que buscaron a los puntas, Central tuvo las ocasiones más claras, pero la falta de puntería a la hora de la resolución fue la causa de que no se quebró el cero.

Zampedri encontró claridad, pero Carlos Morel le ahogó su grito. El cabezazo del delantero fue más violento que esquinado, y le facilitó la tarea al arquero. A puro reflejo, evitó la caída de su valla en la jugada de mayor riesgo del período inicial. Por el lado de Riestra, el contragolpe fue el arma elegida para lastimar al conjunto canalla, pero los predecibles embates por el sector derecho fueron neutralizados por la defensa contraria.

El ritmo y la aceleración aparecieron en el comienzo del complemento. Central profundizó la búsqueda por los costados y le sumó la llegada de sus volantes con remates de media distancia, mientras que los de Pompeya siguieron el retroceso e intentaron blindar su área.

Pero la diferencia de jerarquía acomodó la lógica. A los 10 minutos del segundo tiempo, Zampedri capturó un rebote a la salida de un córner y ajustó la estocada para romper la igualdad. El ex jugador de Atlético Tucumán, que emigró a tierras rosarinas durante este mercado de pases, marcó su primer gol con la camiseta de Central.

La caída parcial catapultó al flamante ascendido a la Primera B Nacional. El desnivel y el empate cayó desde la faceta del juego que más benefició a los dirigidos por Jorge Benítez: el juego aéreo. A los 20, un venenoso envío desde la esquina complicó las pretensiones de la Academia, y fue el propio Elías Gómez quien terminó empujando la pelota contra su propia meta.

Sin perder la brújula, Central no se dejó dominar por el nerviosismo y continuó atacando por las bandas. A los 27 minutos de la parte final, Leguizamón se halló sin marca en el punto del penal y fulminó a Morel para poner las cifras definitivas. "Son partidos complicados. Te llegan una vez y te pueden lastimar", sentenció Diego Rodríguez al terminar el partido.

La trabajada victoria puso en octavos a los rosarinos, que aguardarán al ganador entre Guillermo Brown de Puerto Madryn y Boca. De pasar los xeneizes, se repetirá una de las llaves más controversiales de la Copa Argentina. Todavía está en el recuerdo la polémica final del 2015 en la que Diego Ceballos benefició a los de la Ribera.