La realidad que vive Orlando Magic no es del todo alentadora ya hace años. Con promesas que no crecieron demasiado como Víctor Oladipo, Aaron Gordon y Elfrid Payton, y sin figuras dominantes llegan a esta temporada con la necesidad y obligación de empezar a forjar un nuevo camino para dejar de verse en el fondo de la Conferencia Este de la NBA.

Como llega: El récord de 29-53 habla de un conjunto que no estuvo a la altura de las exigencias, con esporádicas apariciones de Aaron Gordon, Payton y Bismack Biyombo. La última vez que Orlando llegó a Playoffs fue en la temporada 2011/12, cuando Dwight Howard estaba en su mejor momento y era la figura de la franquicia.

Con otros rumbos: Los dos que se fueron a otras franquicias fueron Jeff Green (a Cleveland Cavaliers) y Jodie Meeks (a Washington Wizards). Después, liberaron 4 jugadores, uno de los cuales fue el argentino Patricio Garino. Los otros son Marcus Georges-Hunt, C.J. Watson y Stephen Zimmerman.

Se ponen la camiseta: La nueva promesa del draft promete, pero siempre está ese miedo de que termine sin explotar como pasó con las elecciones anteriores. Sin embargo, Jonathan Isaac ya mostró un buen nivel en la liga de verano y aparece como un gran refuerzo. Como agentes libres firmaron Arron Afflalo, Shelvin Mack, Marreese Speights y Jonathon Simmons. El último llega de San Antonio Spurs con bajo contrato pero siendo una incógnita: su juego viene en constante ascenso pero no se sabe si encajará en su nueva franquicia.

Llave de la temporada: Moverse un poco más en el mercado. Gordon entra en su último año de contrato, Nikola Vucevic aparece como candidato a ser traspasado y podría aportar en otros planteles, y quizás hasta se pueda conseguir un refuerzo de calidad sacrificando a Terrence Ross, por ahora el líder en cuanto a importancia. Los picks de Orlando serán más que valorados y podrían influir para armar un poco mejor el plantel.