No hubo demasiados cambios en el plantel de Memphis Grizzlies, un equipo que se está acostumbrando a llegar a Playoffs y que se basa en Mike Conley y Marc Gasol para construir su juego. Con dos bajas que pegan más desde el costado emocional, la franquicia se prepara para seguir siendo un rival duro de vencer.

Como llega: 43-39 fue el récord de la última campaña, y el dato negativo dentro de la racha exitosa de llegar a Playoffs es que por segunda vez consecutiva fueron eliminados en primera ronda, en ambas oportunidades ante San Antonio Spurs.

Con otros rumbos: Zach Randolph se despide tras más de media década siendo uno de los más queridos por los fanáticos, gracias a su intensidad tanto en ataque como en defensa. El eterno Vince Carter también se despidió y ambos partieron hacia Sacramento Kings. Además, Tony Allen pasó a New Orleans Pelicans y Troy Daniels a Phoenix Suns.

Se ponen la camiseta: Ben McLemore llega desde los Kings después de no haber impresionado con su trayectoria en la NBA, pero con la oportunidad de comenzar firme su nueva etapa. Además, Tyreke Evans se incorpora luego de sus constantes problemas de lesiones en los últimos años, y Mario Chalmers firmó al terminarse su contrato en Miami Heat y puede ser una buena alternativa de Conley. Desde el draft ficharon a Ivan Rabb (elegido 35°) y a Dillon Brooks (45°).

Llave de la temporada: encontrar un anotador para el juego externo. Chandler Parsons llega con lesiones y sin poder dominar en el puesto de alero, y ahora McLemore y Evans podrán aportar soluciones. Además, Brooks no fue demasiado considerado en el draft pero podría hacerse un importante lugar en la rotación saliendo desde el banco.