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domingo 8 de octubre de 2017

A punto de ser campeón

Lewis Hamilton ganó de punta a punta en Suzuka y aprovechó un nuevo abandono de la Ferrari de Sebastian Vettel para poner match point el título de la máxima categoría. Los Red Bull de Max Verstappen y Daniel Ricciardo lo acompañaron al podio.

Mercedes no te perdona, y el Cavallino Rampante lo sabe. Un inconveniente en una bujía en el monoplaza del alemán le dejó servida la decimosexta jornada al británico que, con la estrategia y un contundente auto, empezó a construir las bases de una nueva coronación. De darse algunos resultados, podría levantar su cuarto Mundial de la F1.

El circuito de Suzuka se llenó de rivalidades históricas a lo largo de su paso por el calendario de la especialidad. Basta nombrar a Ayrton Senna y a Alain Prost para que se nos venga el trazado japonés. Pero en esta oportunidad, lo fuerte y atractivo de la actual edición del Gran Premio duró tan solo un par de giros. Con Hamilton desde la primera colocación, Vettel estaba obligado a remontar para achicar distancias, sin embargo la pesadilla para Ferrari no tardó en invadir al sueño del campeonato. "No power, no power", dijo el piloto resignado a su equipo por la radio.

Más tarde se oficializó que el dolor de cabeza tenía forma de bujía. El motor perdió toda su potencia por un inconveniente en este elemento y obligó a abandonar al representante de la casa de Maranello. Por otro lado y en su mundo, el de Mercedes dominaba a placer la prueba y, como pasó en Monza, se quedó con la victoria.

Los que pudieron poner presión en lo puestos de vanguardia fueron Verstappen y Ricciardo. El joven holandés acechó el primer lugar, aunque no pudo dar el zarpazo final. Más atrás, casi una constante en las últimas jornadas, se ubicaron Valtteri Bottas y Kimi Raikkonen. Los diez los completaron: Ocon, Pérez, Magnussen, Grosjean y Massa.

Hamilton acaricia el campeonato. Podría abandonar dos de las cuatro carreras restantes y aún así permanecer en la cima de la tabla. Hasta ahora, consiguió la suma de 306 unidades, 59 más que Vettel, su más próximo y único perseguidor. Estados Unidos está en el horizonte de la Fórmula Uno y serán estas tierras las que pueden regalar al flamante campeón. Si se repite la combinación de victoria y abandono, nadie le robará la corona al piloto británico.