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sábado 16 de febrero de 2019

Semis soñadas

Diego Schwartzman y Guido Pella superaron sus partidos de cuartos de final para ilusionar a todo Buenos Aires con un campeón argentino.

Pasaron los cuartos de final del Argentina Open 250 con dos grandes victorias de los únicos dos argentinos que llegaron a dicha instancia, lo cual ilusiona con un nuevo campeón argentino.


El primer partido de la jornada enfrentó al tercer preclasificado, Marco Cecchinato, con el español Roberto Carballes Baena, en un partido que acabó 7-6 (7-3) y 6-4 a favor del italiano, siendo mucho más parejo en el resultado que en el desarrollo. Distintas fueron las condiciones que debió afrontar Dominic Thiem en su partido frente a Pablo Cuevas en el tercer turno, ya que el uruguayo fue bastante superior al austriaco en el primer set, llevándose este por 6-4, sin embargo tras este logro su nivel fue bajando y por el contrario el del primer preclasificado fue en aumento, dando vuelta las condiciones y cerrando el partido con un 6-4 y 6-3.


Entre ambos partidos saltó a la cancha el primero de los dos argentinos que llegó a los cuartos de final, Guido Pella, quien venció por 6-7 (3-7), 7-6 (9-7) y 6-1 al joven Jaume Munar en poco más de tres horas de juego. El encuentro comenzó complicado para el argentino, ya que el español sacó a relicir toda su potencia, tanto desde el saque como desde la derecha, golpes en los cuales fue regular durante gran parte de los primeros dos sets. Sin embargo los errores no forzados del español fueron aumentando mientras que el bahiense se mantuvo firme en su juego y acabó aplastando a su joven rival en el último parcial para meterse en semifinales, donde su rival será Cecchinato.


El último encuentro tuvo como gran protagonista a Diego Schwartzman, quien venció a Albert Ramos-Vinolas por 6-1 y 7-5 en poco más de una hora de juego. El partido tuvo un primer parcial en donde el español intentó jugarle de igual a igual al argentino y terminó padeciendo el gran nivel de este, mientras que en el segundo set el zurdo de 31 años redefinió su juego pasando a una postura más defensiva dándole un duelo mucho más disputado a Schwartzman. Pero el Peque no perdió la concentración y se hizo fuerte en los puntos claves para cerrar el partido con bastante tranquilidad para comenzar en el máximo preclasificado Thiem.