Racing volvió a ser Racing. El equipo de Coudet acusó recibo del duro golpe sufrido frente a River y dio muestra de lo que es capaz de hacer. Con un volumen de juego que hace ilusionar a sus hinchas y con su máximo referente en un momento de gracia, los de Avellaneda se preparan para afrontar una semana clave en la lucha por conseguir otra ansiada corona.

En la previa al choque contra Godoy Cruz, había una atmósfera enrarecida. La Academia estaba obligada a disipar dudas para no dejar escapar a Defensa y Justicia. En el Cilindro, el local se medía contra un rival, pero el contrincante mental era el mismo. El escándalo interno que desató la actitud de Ricardo Centurión y posterior alejamiento del plantel a pedido del entrenador provocó que puertas para adentro hubiera un clima de tensión, pero parece que los asuntos para el técnico y para el resto de los jugadores se resuelven en la cancha, y así lo hicieron.

Ganar, golear y gustar. Tres cosas que el Racing de las últimas fechas venía haciendo seguido, ya que no sólo es el conjunto con más tantos a favor de la actual Superliga, sino que también registra una marca de seis partidos anotando tres goles. Para entender esta eficacia en las redes ajenas hace falta nombrar a su delantero y referente. Lisandro López.

El experimentado nueve es todo un emblema en la institución, pero, lejos de quedarse dormido en los laureles, decidió revalidar su importancia haciéndose cargo en momentos claves. Sus conquistas decisivas son el empuje que necesita todo puntero para seguir con la ilusión de campeón, aunque la aparición de otros compañeros lo terminó de rodear para que pueda explotar todo su potencial. Licha lleva 15 tantos en el campeonato, algo que lo convierte en el máximo artillero de la temporada en el ámbito local.

Racing se debía una éxito así para volver a la tranquilidad y alejar los fantasmas internos y ajenos: al tumultos puertas adentro se le sumó que Defensa y Justicia, la gran sensación, no afloja y no para de ganar. El empuje del Halcón había puesto en jaque a los de Avellaneda, que lejos de relajarse deberán sostener el nivel y el ritmo para que el festejo no se les escape. Es cierto que para que ambos candidatos se enfrenten todavía falta, pero aquel que pueda llegar mejor pisado a esa definición en el Cilindro va a tener una enorme ventaja. 

¿Qué rivales les queda?