Independiente volvió a ganar de local, esta vez ante Huracán por 2-1 con goles de Ezequiel Barco y Walter Erviti sobre el final y continúa con su buen andar en el ciclo de Ariel Holan. Emmanuel Gigliotti en contra había puesto en ventaja al Globo.
No fue el mejor comienzo de partido para el Rojo, que dominaba la pelota y la hacia circular pero le faltaba profundidad para romper el muro defensivo de Huracán que estaba bien replegado atrás. Desde los pies de Martín Benítez y Barco los de Holan buscaban el juego asociado, con las trepadas de Fabricio Bustos por izquierda (Sánchez Miño cumplía una fecha por cinco amarillas) y los desbordes de Emiliano Rigoni por derecha, pero una y otra vez volvía a chocar con la defensa del Globo.
Por el lado de Huracán, que fue a visitar un Libertadores de América buscando el empate y haciendo tiempo todo el encuentro mirando la tabla de los promedios, intentaron salir rápido de contra lastimando al Rojo por el sector derecho de la defensa, donde jugó Damián Martínez, el punto más flojo de los locales y que todavía no se sabe como llegó al club.
Para la sorpresa de todo el mundo, fueron los de Parque Patricios los que se pusieron en ventaja en el primer tiempo. A los 26 minutos, a la salida de un córner desde la derecha, cabeceó Matías Fritzler provocando una muy buena respuesta de Martín Campaña y en el rebote fue el Puma Gigliotti quien se llevó puesta la pelota en el afán de despejar y la metió en su propio arco. Y pudo estirar la ventaja en los pies de Lucas Villalba, el defensor surgido en las inferiores de Independiente pateó un tiro libre al ángulo forzando una buena reacción del uno uruguayo.
A partir de ahí el nerviosismo y los errores, más el murmullo de la cancha se empezaron a sentir en los jugadores de Holan, que se fueron al descanso dejando una imagen que prometía salir a comerse al rival. Sobre el final llegó la polémica cuando se pidió penal por mano de Nervo en el área tras cabezazo del Puma que el árbitro no cobró.
El complemento tuvo a un Independiente que pasó por encima a su rival, pese a que éste trató de hacer todo el tiempo posible, el temperamento y la actitud de los de Avellaneda llevó a meter contra su arco a Huracán e inclinar la cancha, que se venía abajo desde los cuatro sectores cuando veían la respuesta de sus jugadores.
Pero no la tuvo fácil, y hasta pudo haber perdido por 2-0 si Campaña no lo volvía a salvar luego de una contra del Globo que el uno la sacó gateando. Tuvo que esperar hasta los 35 minutos para empatar el partido. Barco desbordó por izquierda dejando rivales en el camino y mandó el centro que fue interceptado por Nervo con la mano y el árbitro Fernando Echenique esta vez si cobró penal. Fue el mismo juvenil quien se hizo cargo de la pelota y desde los doce pasos con un tiro bajo a la derecha estampó el empate.
No conforme con el resultado, Independiente siguió buscando el arco de Díaz, y tendría su premio sobre el final, Lucas Albertengo que había ingresado hacía unos minutos, recibió en el área del capitán Tagliafico y la metió al medio para que Erviti aparezca solo y de cabeza marque el 2-1 sobre la agonía del partido y desatar la locura en la tribuna y el abrazo entre todos los compañeros celebrando la victoria que estiró a 12 encuentros sin perder y seguir invictos en el ciclo Holan.
El Rojo se acomoda en los puestos de Copa Libertadores con esta victoria y hundió al Globo en los promedios, que espera mañana a que sus rivales no sumen puntos.