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miércoles 14 de noviembre de 2018

Argentina y un sueño de 12 años

La selección femenina de fútbol consiguió en suelo panameño la histórica clasificación a Francia 2019. Tras casi una década de ausencias en la élite, el elenco albiceleste cumplirá por tercera vez una participación mundialista.

El esfuerzo tuvo su recompensa. Merecida, trabajada y bien ganada, así fue la victoria que las dirigidas por Carlos Borrello consiguieron en el global por 5-1 frente al conjunto de Panamá. Con una buena ventaja conseguida la semana pasada en la cancha de Arsenal, el 1-1 en territorio centroamericano fue suficiente para desatar el festejo de las argentinas.


Ya habían llamado la atención cuando sus reclamos en busca de reconocimiento durante la Copa América de Chile. "Queremos ser escuchadas", fue el pedido en su momento, en relación con la necesidad del apoyo de la AFA para el crecimiento del deporte a nivel local. Ahora, y después de dar un gran espectáculo en el partido de ida, lograron meterse en la Copa del Mundo de Francia.


La cita tendrá su puntapié inicial el 7 de junio del 2019, y la Argentina se sumará a Brasil y Chile, ya clasificados por la zona sudamericana, para disputar por tercera vez una competencia de este estilo. Las actuaciones previas habían sido en Estados Unidos 2003 y China 2007. Con la misión de pasar la primera fase, instancia que nunca pudo superar, las jugadoras buscarán seguir haciendo historia.


Para este logro, dejó en el camino a Panamá, un rival que mostró dos caras a lo largo de la serie de repechaje. La comodidad del resultado en el estadio de Arsenal en Sarandí hacía parecer un trámite sencillo, pero como visitantes en el Rommel Fernández el asunto tuvo momentos complicados: tras un buen arranque, las albicelestes cedieron terreno sobre el final del primer tiempo y sufrieron el gol de Natalia Mills.


Ya en la segunda mitad, Florencia Bonsegundo fue la encargada de por el 1-1 con un centro cerrado que se le coló a la arquera local. Ya con el resultado a su favor, obligaba a las rivales a meter cinco goles, algo que no sucedió y con el pitazo final desató el contenido festejo.


Premio a la dedicación y esfuerzo de un grupo que se sobrepuso al traspié en la Copa América, el tercer lugar las llevó a disputar la repesca, y ahora sueña a lo grande. Un hito en el deporte para que la revolución siga tomando una fuerte posición en un ambiente que por momentos las esquivó, como sucedió durante casi dos años en los que no tuvo roce de juego por falta de presupuesto.